El Centro de Recursos Coreanos (KRC por sus siglas en inglés) comparte con otras organizaciones del barrio coreano que la voz de la comunidad es un factor crítico cuando se trata de cambios que pueden afectar la salud y bienestar de aquellos que residen o trabajan en la comunidad. La reciente decisión de la ciudad de Los Ángeles de construir un recurso temporario para responder a las necesidades de aquellos que no tienen abrigo, ha sido controversial entre grupos comunitarios coreanos. Pero en KRC creemos que lo más importante es responder con un sentido de humanidad y cuidado a los que sufren por ser pobres y sin falta de amistad en tiempos en que el apoyo, no la división, de la comunidad, es necesaria.
Viendo lo transcurrido en retrospectiva, es posible que existan mejores alternativas para educar, informar sobre el proceso, y navegar el miedo y la ansiedad que las personas tienen sobre aquellos que carecen de vivienda. Sin embargo, uno de las realidades persistentes que encontramos una y otra vez al responder al tema de falta de viviendas - además de la carencia de recursos esenciales, dificultad física y psicológica, y el estigma social que se enfrentan aquellos en esta situación - es el hecho de que puede que no exista una solución ideal que satisfaga a todos aquellos involucrados.
Ésta es la razón por la que KRC quiere dar voz al hecho de que existan aquellos en la comunidad coreana quienes reconocen la complejidad del problema que nos encaramos en la ciudad completa, y que nuestra comunidad puede jugar un papel en crear un modelo para otros lugares en la ciudad que luchan con dificultades similares. Se le ha pedido ayuda de nuestra comunidad porque la necesidad es manifiesta en el barrio, y en los espacios que ya existen.
A medida que la comunidad coreana avanza en madurez, pasaremos naturalmente a través de oportunidades y desafíos. Las decisiones que tomemos para responder a estos desafíos son las fundaciones sobre las que continuaremos creciendo. El barrio coreano tiene la oportunidad de demostrar nuestra disposición a ayudar y representar los intereses de todos, mientras también reconocemos los nuestros. Este es un tiempo para la solidaridad comunitaria; el conflicto en la comunidad solo nos agotará de las energías y recursos que necesitamos para dar atención a otros temas cruciales en la comunidad. Nuestra comunidad está consciente de la gravedad de la transición en la vida que hacen los inmigrantes al venir desde Corea y pasar por el barrio coreano para establecerse en los Estados Unidos. Esperamos un entendimiento similar de aquellos que pasan por sus propias transiciones como indigentes, tratando de encontrar un hogar estable, aunque no compartamos las mismas historias en la vida.
KRC apoya a la ciudad de Los Angeles en sus esfuerzos de relevar la dificultad que experimentan aquellos viviendo en las calles, y de proveer un espacio para descansar, recibir de cuidado, y transicionar hacia una vida mejor. Reconocemos que este nuevo recurso tiene el potencial de traer conflictos y desacuerdos, pero también creemos que avanzará la dignidad humana. Como una organización comunitaria, nuestro enfoque estará en ofrecer asistencia, monitorear los eventos y temas, y colaborar con aquellos responsables en la ciudad de mantener la seguridad e higiene. También reconocemos que en el barrio coreano hay muchos que no se identifican como coreano, y quisiéramos recalcar que cualquier voluntario que apoye la creación de un espacio seguro para aquellos sin hogar encontrarán un amigo en nuestra organización. Somos capaces de crear una respuesta modelo a la crisis, y KRC prometemos ser entre los primeros en responder con nuestro corazón, nuestra cabeza, y nuestras manos.
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